Este artículo trata sobre los empleados aduladores mejor
conocidos como “lambones”. Aduladores
se aplica a la persona que muestra admiración exagerada por una persona para
agradarle y conseguir su favor. Una definición más profesional para lambones segun Pablo Agustin Lodoño es
“una persona delatora y muy aduladora”.
Son aquellas personas que hacen lo que sea por quedar bien con sus jefes
o intentar ser mejor que los otros empleados.
Con eso buscan lograr un ascenso de puesto, mejor salario, mejor trato,
etc. Dedican su tiempo a proyectar una
imagen que no está basada en sus habilidades o actitudes reales, viven de
apariencia y como sabemos, pueden causar un daño a las empresas, es una pequeña
distracción que no se puede ni debe permitir.
Empleados así son perfectos para jefes débiles y sin autoridad porque
les hacen pensar que son leales y ese jefe está haciendo lo correcto. Cuando quieren
lograr algo y no lo pueden obtener por sus propias habilidades prefieren
influir de esta forma. Un remedio recomendado por Jose Manuel Acosta, para
controlar estas situaciones primero hay que identificarlos y luego influenciar su
personalidad. Se deben resaltar comportamientos positivos de otros miembros del
equipo, como la cortesía, la capacidad de trabajo o la innovación, utilizando
mecanismos de medición y recompensas, construyendo un ambiente donde la
comunicación sea clara, directa y franca.
Para obtener un buen éxito, no se puede confundir lambonería
con generosidad.
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